El apoyo y espejo del grupo ayuda a los niños a tomar más conciencia de sus elecciones y patrones de funcionamiento. Los va acercando más al conocimiento de ellos mismos.
A través del espacio grupal de juego motriz, creativo y relacional van aflorando angustias, frustraciones, miedos, tristezas, sorpresas, culpas que son llamadas y transformadas con la inteligencia creativa que brota del propio grupo.